Ambientada en el Londres actual, un grupo de activistas radicales toma el control de la gala anual de una empresa energética y toma a 300 rehenes para exponer la corrupción de sus anfitriones. Su causa justa es secuestrada por un extremista en sus filas que está dispuesto a asesinar a todos los que están en el edificio para enviar su mensaje anárquico al mundo. La tarea recae en una ex soldado convertida en limpiadora de ventanas, interpretada por Daisy Ridley, que se cuelga 50 pisos desde el exterior del edificio para rescatar a los atrapados en el interior, incluido su hermano menor.